Tuesday, August 23, 2005

La Noche de los Cuchillos Largos

Se conoce con este nombre a la noche del 30 de junio al 1 de julio 1934 durante la que, por orden de Hitler, fueron asesinados o arrestados los principales dirigentes de las Sturmabteilung (SA). Tras la llegada de Adolf Hitler a la cancillería del Reich (30 de enero de 1933), el partido nacionalsocialista inició un proceso para apoderarse de todas las estructuras del estado alemán. En este proceso correspondió un papel importante a las SA o secciones de asalto del partido nazi. Las SA constituían un cuerpo paramilitar creado en 1921 con miembros de distintos Freikorps que actuaba como el brazo armado del partido. El líder de las SA era Ernst Röhm, antiguo oficial del ejército imperial y superior de Hitler durante la Primera Guerra Mundial.

En 1931, las SA contaban con unos 70.000 miembros. Bajo el liderazgo de Röhm pasaron a 170.000 en 1933 y a 4.500.000 en 1934. Una gran parte de los miembros de las SA, especialmente los afiliados antes de la toma del poder, eran antiguos miembros de los Freikorps o provenían del lumpen-proletariado. Tras la instauración del régimen nazi, la política de Hitler se orientó a congraciarse con los industriales y los militares con el fin de consolidar un régimen que, aun gozando de un gran apoyo popular, no había obtenido la mayoría absoluta en las últimas elecciones de 1932. Las SA se convirtieron en uno de los principales obstáculos de esta política puesto que la burguesía industrial estaba atemorizada por el comportamiento camorrista de las tropas de asalto y el ejército temía que las SA se convirtiesen en una fuerza militar que compitiese con ellas. A estos hechos hay que añadir la existencia de un ala izquierda del partido nacionalsocialista que proponía una segunda revolución en la que, tras tomar el poder, se instauraría un régimen socialista-nacionalista que eliminaría la propiedad privada de los medios de producción y repartiría las tierras de cultivo entre los campesinos. Además, el hecho de que muchos de los dirigentes de la SA fuesen homosexuales producía una repulsa intensa por parte de gran parte de la burguesía alemana.

Por otra parte, la política de competición entre dirigentes del partido nazi que era habitual en Hitler, había logrado que las SA y Röhm en particular, fuesen el objetivo de Heinrich Himmler (jefe de las SS o schutzstaffel), Reinhard Heydrich (jefe del SD o sicherheitdienst) y Hermann Göring, ministro del Interior de Prusia. Durante 1933 y 1934, Heinrich Himmler y Göring presionaron constantemente a Hitler para limitar el poder de las SA. Desde principios de 1934 empezaron a circular rumores acerca de los planes de Röhm y Gregor Strässer(líder del ala izquierda del partido nacionalsocialista) para derrocar a Hitler e instaurar una dictadura socialista. Estos rumores, diseminados desde el SD de Heydrich, aumentaron la tensión entre las distintas facciones del partido nazi y culminaron en un informe presentado por Himmler a Hitler, y de acuerdo con Göring, en el que se detallaban los supuestos planes del golpe de estado preparado por Röhm. El informe incluía una lista de personas involucradas en el complot que debían ser eliminadas.

La noche del [[30 de junio de 1934, Hitler y un pelotón de las SS se presentaron en la residencia de Wiesse a donde Ernst Röhm y otros dirigentes de las SA habían acudido por orden de Hitler. Arrestaron a Röhm y al resto de miembros de las SA que estaban presentes y se inició una serie de asesinatos de las personas que figuraban en la lista preparada por Göring y Himmler. Durante las siguientes 24 horas, Röhm continuói arrestado. Hitler insistió en perdonar la vida de Röhm en virtud de sus servicios al partido. Finalmente accedió a permitirle el suicidió a lo que Röhm se negó. El 1 de julio de 1934 Röhm fue ejecutado por dos miembros de las SS.

Se calcula que unas 200 personas fueron asesinadas como resultado de esta acción, entre ellas Ernst Röhm, Gregor Strasser y el general Kurt von Schleicher.

La purga no fue comunicada a la opinión pública hasta el 13 de julio de 1934 en una alocución de Hitler en la que presentó los asesinatos como una acción necesaria para evitar una revolución.

Las principales consecuencias de esta acción fueron la sumisión del ejército a Hitler y el decidido apoyo de los sectores industriales y la burguesía a la política nazi.

PD: Es curioso ver que las SA eran considerados de ideologia izquierdista y tenian entre ellos homosexuales, paradojicamente tratando con el partido nazi que a priori es de extrema derecha, imagino que este suceso era cuestión de tiempo y totalmente inevitable

La noche triste

Asentados los españoles y sus aliados tlaxcaltecas en la gran capital mexica, Tenochtitlan, desde el 8 de noviembre de 1519, los éxitos de Cortés llegaron a los oídos del gobernador de Cuba, Diego Velázquez quien, celoso, resolvió enviar una tropa al mando de Pánfilo de Narváez para capturarlo y enviarlo a Cuba. El conocimiento de este hecho obligó a Cortés a salir de la ciudad y dirigirse a Cempoala para atajar a las tropas de Narváez, dejando a Pedro de Alvarado como responsable de las huestes cristianas y sus aliados indios. En un alarde más de astucia, dirigió un ataque por sorpresa que consiguió reducir a las tropas de Narváez e incorporarlas a su ejército, formado ahora por 1.300 hombres con 96 caballos y 160 ballesteros y escopeteros. Entretanto, en Tenochtitlan los mexica se preparaban para celebrar la gran fiesta del mes "toxcatl" en honor de sus dioses principales, autorizada por Cortés a cambio de no realizar sacrificios humanos. Los españoles comenzaron entonces a sospechar que la fiesta podría ser el comienzo de una rebelión, posiblemente alentados por sus aliados indios, y así, el mismo día de la fiesta, cuando toda la nobleza mexica se hallaba reunida, Alvarado ordenó el asesinato de más de seiscientos señores principales. La respuesta indígena no se hizo esperar, y al regreso de Cortés a la ciudad se encontró a sus hombres cercados, hambrientos y desesperados. Intentó calmar la situación obligando al huey tlatoani Moctezuma a dirigirse a la multitud desde el balcón de palacio, pero resultó asesinado sin que las crónicas acuerden si fueron las pedradas o flechas de la multitud o el puñal de un español. Hostigados y hambrientos, los españoles y sus aliados resuelven abandonar cautelosamente la ciudad siete días más tarde, la noche del 30 de junio de 1520, no sin antes repartir el oro entre los hombres y apartar el quinto para el rey. Puestos en camino por la Calzada de Tacuba, los primeros en salir consiguieron hacerlo sin ser advertidos, llevando consigo puentes portátiles de madera para cruzar los canales. Al llegar al cuarto canal, una mujer que sacaba agua los vio y dio el grito de alarma. Inmediatamente se corrió la voz y multitud de barcas y guerreros a pie se dirigieron hacia el canal para cortarles la retirada, pertrechados los mexica con escudos, macanas y lanzadardos. Una multitud de flechas y piedras cayeron hacia los españoles, quienes respondieron a golpe de ballesta y arcabuz. Los muertos caían de uno y otro lado, mientras los supervivientes españoles intentaban avanzar a duras penas. El peso del botín de oro hundió a muchos en las aguas. Al llegar al llamado canal de los toltecas, perseguido por los mexicas, numerosos españoles, indios y caballos se despeñaron, quedando el canal cegado por los cuerpos. Apoyándose en las víctimas consiguieron atravesarlo y llegar hasta Popotla. Tras una breve pausa, hasta allí llegaron "dando alaridos, hechos una bola en torno de ellos los mexicanos", apresando y matando a los españoles y a sus aliados. Estos se ven obligados a seguir huyendo, perseguidos, hasta Tacuba, donde muere el hijo de Moctezuma atravesado por un tiro de ballesta. Luego de ahí vadearon un riachuelo, deteniéndose en la población de Otumba, protegida por una muralla de madera. El jefe del poblado les dio la bienvenida y les ofreció refugio y comida. Aquí, debieron rechazar un último y feroz ataque del que se salvaron de morir gracias a que consiguieron matar al capitán de los mexica. Las primeras luces del día hicieron cesar el ataque de los indios, quienes decidieron volver sobre sus pasos al "canal de los toltecas" y apropiarse de los dejado por los españoles en su huída: cañones, arcabuces, espadas, lanzas, albardas, arcos de metal y saetas de hierro. También se lograron cascos de hierro, cotas y corazas, escudos de cuero, de metal y madera. Y recuperaron el oro, en barras, en discos, en polvo, en collares... Guiados por sus aliados, las tropas de Cortés alcanzaron la ciudad amiga de Tlaxcala una semana después. Estaban enfermos, heridos y despojados. El resultado de la batalla fue desastroso para los españoles, contando centenares de bajas, entre ellas Ana, la hija de Moctezuma, embarazada de Cortés. El mismo Cortés perdió dos dedos de la mano izquierda. Las víctimas entre sus aliados, atacados con especial saña por los mexica, se contaron por miles. Tras veinte días de reposo, Cortés comienza de nuevo la conquista de Tenochtitlan, abandonando la anterior actitud diplomática y organizando un calculado ataque por tierra y agua que, esta vez sí, dejará la ciudad en manos españolas.

Hernán Cortés

Procedente de una familia hidalga, Hernán Cortés inició estudios universitarios en Salamanca donde conoció en profundidad el latín y el derecho, aunque sólo permaneció dos años en sus aulas. Con apenas veinte años viajó a La Española para ocupar el cargo de escribano de la villa de Azúa. Su relación con el gobernador Diego Velázquez de Cuellar se fue estrechando hasta el punto de participar Cortés como secretario en la expedición a Cuba llevada a cabo en 1511, donde fue nombrado alcalde de Santiago de Baracoa, ciudad recién fundada. En 1518, y tras permanecer algunos años en la cárcel bajo la acusación de conspiración, fue rehabilitado por Velázquez y encargado de viajar a la península de Yucatán para reconocer el terreno, prohibiéndosele la fundación de colonias permanentes. El 10 de febrero de 1519 partió de Santiago rumbo a México. Tras diez días de navegación llegaron a la isla de Cozumel desde donde se dirigieron hacia Tabasco, lugar donde se produjo el primer enfrentamiento con los indígenas que salieron derrotados. Cortés y sus hombres, no más de 700, continuaron con su expedición, dirigiéndose hacia San Juan de Ulúa para fundar, a pesar de la expresa prohibición de Velázquez, la ciudad de la Villarrica de la Vera Cruz. El poder municipal quedaba en manos de los habitantes de la ciudad, las tropas de Cortés, y se elegía al de Medellín como comandante en jefe del ejército. En la ciudad recién fundada, Cortés tuvo noticias de la existencia de un importante imperio, el Azteca, donde las riquezas eran cuantiosas. Decidió el conquistador aventurarse en la empresa, contando con la alianza de los indios toltecas y tlaxcaltecas que estaban enfrentados a los aztecas. La ciudad sagrada de Choluca fue asaltada y saqueada, poniendo rumbo hacia la capital imperial, Tenochtitlan, donde fueron recibidos por Moctezuma. La hostilidad entre conquistadores y aztecas creció al rechazar Cortés las prácticas religiosas de la comunidad, que incluían sacrificios humanos. Esta tensa situación se complicó con la llegada de Pánfilo de Narváez a Ulúa al mando de un ejército de 1.400 hombres, con la intención de acabar con Cortes por indicación del gobernador Velázquez. Cortés se desplazó a Ulúa dejando a Pedro de Alvarado en Tenochtitlan como jefe de los 120 hombres del destacamento. El enfrentamiento entre Cortés y Narváez no se produjo y ambos regresaron a Tenochtitlan con las nuevas tropas. La revuelta contra Cortés y sus hombres se fraguó en los últimos días del mes de junio de 1520. El de Medellín consideró que sólo la presencia de Moctezuma podría calmar a sus súbditos por lo que le exigió que saliera a una terraza del palacio, donde el emperador fue abatido por las pedradas de los habitantes de la ciudad que habían elegido a Cuitláhuac como sustituto. Cortés decidió huir de Tenochtitlan en la famosa Noche Triste, la noche del 30 de junio al 1 de julio de 1520, momento en el que fallecieron cerca de 800 españoles y más de 5.000 indios aliados. Cortés rehizo su ejército y marchó de nuevo sobre Tenochtitlan, venciendo el 7 de junio de 1521 en la batalla de Otumba y en el mes de agosto se conquista la ciudad. Un año más tarde el de Medellín recibe el nombramiento de gobernador y capitán general del reino de Nueva España. Los funcionarios de Carlos I pronto llegaron al territorio para recuperar las parcelas de poder cedido a los conquistadores y Cortés fue desposeído de sus cargos y obligado a volver a España. En Castilla, Cortés intenta recuperar sus honores, consiguiendo que el monarca le otorgara el título de marqués del valle de Oaxaca y el cargo de capitán general, aunque sin funciones gubernativas. Entre 1530 y 1540 estuvo de nuevo en México para regresar a España en ese año y participar en la expedición a Argel, con el objetivo de obtener el favor real, algo que no consiguió. Tras su fracaso se instaló en las cercanías de Sevilla donde organizó una tertulia literaria y humanística, falleciendo en Castilleja de la Cuesta el 2 de diciembre de 1547, siendo sus restos llevados a México por disposición testamentaria.

PD: Con este texto he descubierto que no sabía absolutamente nada de Cortés, esperaba un hombre con una historia menos burguesa, y también me doy cuenta que los méritos de Cortés no son tantos al haberse aliado con otras tribus, aunque en sí fué el gran conquistador de las Américas para bien o para mal.