Tuesday, June 21, 2005

Los Dogon

En Mali, país africano situado en la frontera del Sahara con las sabanas de África Occidental, y a unos 1.500 kilómetros del Atlántico, se encuentran los llamados acantilados de Bandiagara. Pegadas a las paredes del acantilado y construidas alrededor de cuevas, usted podrá ver unas construcciones de barro con techo de paja, algunas a 200 metros del suelo. A esas sólo se puede llegar trepando por estrechos escalones tallados en las grietas de las paredes. Pero no trate de visitarlas. En ellas viven los dogones, un pueblo muy distinto de otros pueblos africanos, y sus moradas son lugares prohibidos para los extranjeros. Según una tradición oral, llegaron a Mali hace unos 600 años y construyeron las casas en los acantilados para protegerse de los ataques de las tribus que ya habitaban la región.



¿Son los dogones descendientes de seres llegados del espacio? ¿O son los restos que quedan de una civilización mucho más avanzada que la nuestra?

Porque sí que es un pueblo especial. Entre otras cosas, viven en total armonía social y en sus aldeas no hay crímenes, ni suicidios, ni robos. Para ellos, la vida tiene carácter sagrado, de modo que cualquier conflicto se soluciona en forma pacifica. Esto, que suele encontrarse en comunidades pequeñas, entre los dogones se convierte en fenómeno sociológico, pues este pueblo llega a contar con 25.000 miembros, gran parte de los cuales vive en las casas de los acantilados.

Aunque conocen la escritura moderna y están en condiciones de registrar su historia y su cultura en el papel, el hermetismo característico de este pueblo hace que prefieran transmitir sus tradiciones en forma oral. Es verdad que solo unos pocos conocen su pasado histórico, pero los antepasados dejaron en las paredes de las cavernas de Bandiagara, pinturas y pictogramas que sólo hace poco han podido ser descifrados, puesto que están bajo la custodia del Ogon, alto sacerdote guardián de la sabiduría.

Cuando al fin un grupo de sabios de la Universidad de Harvard entregó los primeros informes acerca de las pinturas, la sorpresa fue grande al constatarse que no se trataba de postulados filosóficos como se pensaba, sino de un arsenal de conocimientos científicos referentes al funcionamiento del cuerpo humano y al sistema solar.

Algunos de estos conocimientos son anteriores al mismo descubrimiento hecho por los occidentales. En las cavernas se encuentra descrita la circulación de la sangre en el cuerpo, que William Harvey descubrió en el siglo XVII, en tanto que las pinturas, según pruebas que se han hecho, datan de los siglos XV o XVI. También el sistema planetario está descrito con absoluta perfección; se pueden ver Júpiter con sus lunas y Saturno con sus anillos. ¿Acaso tuvieron telescopios antes que Galileo?

El misterio de la estrella oscura

Con el desciframiento de las pinturas y pictogramas comenzaron las especulaciones acerca del origen de los dogones. Como no podían faltar, aparecieron los que atribuyen esta cultura a los sobrevivientes de la Atlántida. El desmentido vino esta vez del mismo pueblo dogon. En las pinturas hay un relato conocido como la "génesis según los dogones", en el cual se cuenta que habrían llegado de una "estrella oscura" que cada sesenta años se acerca a la Tierra. Los sabios de aquella estrella anticiparon que habría un gran estallido en el astro y decidieron emigrar, eligiendo la Tierra que, además de ser apta para la vida del hombre, era el único planeta al cual el astro oscuro se acercaba.

Cada sesenta años los dogones celebran una fiesta dedicada a la fertilidad y a la vida, y que dura varios días.



Se la llama la gran fiesta Sigi; en ella usan disfraces en la creencia de que el Espíritu Creador transmite a través de ellos la fuerza vital que asegura la perpetuidad de la estirpe. Lo curioso del caso es que últimamente los astrónomos han descubierto una estrella oscura que cada sesenta años se acerca a la Tierra, si bien es cierto que este acercamiento hasta podría considerarse teórico en cuanto a propósitos prácticos, ya que en el momento de mayor cercanía, la estrella se encuentra a muchos miles de años luz de la Vía Láctea. En todo caso, cabe señalar que la fiesta Sigi se celebra en una fecha que coincide con el acercamiento.

¿Cómo supieron los dogones cuando debían celebrar la primera fiesta Sigi?... Y si llegaron del astro oscuro, cómo hicieron el viaje? Nada hay en las pinturas de las cavernas que indique que haya habido un viaje intergaláctico, y si hubo una supercivilización, hoy sólo queda muy poco de ella.

Los actuales dogones

Lo más avanzado que tienen actualmente los dogones en cuanto a ciencia, es la medicina. Los ancianos la practican junto con la adivinación, con maravillosos resultados, y sin los rituales fetichistas comunes a todas las tribus del África negra. De hecho, los ancianos aseguran no ser brujos, pero guardan silencio cuando se les pregunta cómo realizan curaciones y predicciones con tanta exactitud. De lo poco que hablan, se ha podido deducir que se basan en la unidad del hombre con la naturaleza y en la relación entre los opuestos: la vida con la muerte, la creación con la destrucción, lo grande con lo pequeño, la salud con la enfermedad...

Si bien son celosos de sus secretos y muy poco comunicativos con los extranjeros, no son hostiles ni hoscos, y permiten que los visitantes asistan a sus fiestas, con la convicción de que no serán capaces de entender el simbolismo que hay en éstas. Así se ha podido conocer parte de sus rituales, que para algunos investigadores están lejos de ser representativos de una cultura científica, siendo más bien rituales animistas de celebración de la vida, aunque reconocen que son más avanzados que los ceremoniales mágicos de otros pueblos.

Ya sean los dogones los últimos vestigios de una antigua civilización, o un pueblo acosado por la hostilidad de sus vecinos, que desarrolló una filosofía y una tecnología sorprendentes, lo que reconocen los viajeros es que son sin duda ejemplo de un comportamiento humano verdaderamente digno... lo que de por si los convierte en un pueblo más civilizado que la mayoría de los actuales habitantes de la Tierra...

Agujeros de Gusano



Acercarse a una fracción de la velocidad de la luz requiere ingentes cantidades de energía, e incluso así un viaje a la estrella más cercana se transformaría en una jornada de miles de años. Este hecho de la vida significa malas noticias para los cineastas que están presionados a contar sus historias en un tiempo limitado. El público desea identificarse con los protagonistas durante la historia, y no ver al tataranieto de Harrison Ford llegando a Alpha Centauro luego de un viaje multigeneracional en una nave-arca. Los guionistas necesitan un método rápido para ir de un lado al otro del universo.

Una posible solución, si no es posible moverse en el espacio a velocidades mayores que la de la luz, es la de cambiar la misma estructura del espacio tiempo.

Para entender este concepto usemos la popular imagen de una civilización de hormigas viviendo en la superficie de una esfera. Supongamos que estamos en un punto de la esfera y queremos viajar al exactamente el opuesto. En el mundo en el que viven las hormigas sería necesario recorrer la superficie de la esfera. Pero existiría otro método estableciendo una especie de puente interno que conectara las dos posiciones, acortando de esa manera el camino y el tiempo para recorrerlo. Los llamados agujeros de gusano se comportan como esos puentes. Son soluciones de la geometría del espacio-tiempo, utilizando la teoría de la relatividad general que permiten ligar dos regiones muy separadas en el espacio.

Los agujeros de gusano fueron presentados al público no versado en los intrincados problemas de la física teórica relativista cuando Carl Sagan publicó su novela Contacto. Sagan estaba decidido a mostrar un método plausible para moverse a velocidades mayores que la de la luz y consultó con astrofísicos teóricos sobre el problema. Los modelos sobre los agujeros de gusano existían desde hace tiempo, pero el consenso general era que estos objetos serían extremadamente inestables, y una vez creados tenderían a colapsarse antes de poder enviar cualquier mensaje o viajero a través de ellos. Los físicos Michael Morris, Kip Thorne y Ulvi Yurtsever al describieron como crear un agujero de gusano estable (evitando su colapso) y al mismo tiempo que puede ser usado como máquina del tiempo.



Una civilización avanzada sería capaz de manipular el espacio-tiempo a dimensiones donde existe la llamada "espuma cuántica", las distancias más pequeñas que podemos concebir en la física. En esas escalas los agujeros de gusano se crean espontáneamente por un instante para luego desaparecer. Es posible, al menos en teoría, expandir un agujero de gusano a dimensiones microscópicas entregando energía y mantenerlo estable, a través de la llamada "materia exótica", una sustancia tiene masa negativa, pero que nunca ha sido observada en el universo conocido, pero que teóricamente puede ser creada "de la nada" cuando el espacio y el tiempo se curvan de la manera adecuada. Las dos puertas del agujero se podrían separar a velocidades menores que la de la luz, alejándolas arbitrariamente, y permitiendo mientras tanto la comunicación instantánea entre los dos puntos.

En el cine han aparecido recientemente los agujeros de gusano como medio de transporte. Los agujeros de gusano son el método elegido para transportarse entre los 125 diferentes universos en El Único (The One, 2001). Aunque no mencionados por su nombre, en la película Stargate (Stargate, 1994) se descubre en una excavación en Egipto lo que parece ser una gigantesca rueda de metal. De una manera misteriosa, cuando se alinea cierta secuencia de símbolos correctamente, se abre el portal para un viaje a un planeta desértico (al "otro extremo de la galaxia"), donde un grupo de descendientes de humanos se mantienen como esclavos de un extraterrestre, que resulta ser el dios egipcio Ra. El dispositivo tiene las características (dicho esto de manera muy liberal) para ser un agujero de gusano.



En una aproximación mucho más seria tenemos la versión cinematográfica de Contacto (Contact, 1997). En ella los habitantes de un planeta que orbita la estrella Vega envían a la Tierra la información para construir una "máquina" que permite viajar creando un agujero de gusano en su interior.

En ambos casos se establece una especie de comunicación entre dos puntos alejados en el espacio que permite el viaje instantáneo.

Aunque matemáticamente es posible plantearse la existencia de este tipo de estructuras en el universo, lo cierto es que no sabemos si realmente las podríamos fabricar, o si es posible crear las condiciones para que existan. Pero lo más grave es las implicaciones que implicarían si fuera posible tener un agujero de gusano que sirviera para movernos a velocidades mayores a la de luz. Su construcción significaría crear una máquina del tiempo, destapando la caja de Pandora de las paradojas temporales, donde por ejemplo podríamos tener un universo donde los efectos precedieran a sus causas.

Thursday, June 09, 2005

Marco Aurelio

Nacionalidad: Roma
Roma 121 - Viena 180














Miembro de una familia de origen hispánico, Marco Aurelio recibió una esmerada educación interesándose desde joven por la filosofía. Frontone fue su maestro de retórica y Marco Aurelio formará parte del estoicismo, convirtiéndose en uno de sus más importantes representantes. No en balde escribió "Comentarios" donde recogía sus reflexiones y pensamientos, caracterizados por el tono triste y pesimista, ocupando la muerte un papel destacado en ellos. La relación entre Adriano y Marco Aurelio parece ser estrecha, lo que motivó que el emperador obligara a su sucesor, Antonino Pío, a adoptar al joven Marco Aurelio. A la muerte de Antonino Pío su hijo adoptivo le sucedió. Marco Aurelio asoció al trono a su hermano adoptivo Lucio Aurelio Vero, aunque fue una asociación virtual ya que Marco fue el verdadero emperador. El reinado de Marco Aurelio supone el inicio de la crisis general que vivirá el Imperio a lo largo del siglo III. Ya en los primeros años los bárbaros saquearon regiones fronterizas aunque estas malas noticias se compensaron con los triunfos obtenidos ante los partos, consiguiendo recuperar Siria, Mesopotamia y Armenia. Las tropas procedentes de Oriente regresaron a Italia acompañados de una epidemia de peste que expandieron por todo el Imperio. Diferentes levantamientos se produjeron tanto fuera como dentro de los límites imperiales. En Egipto se produjo una revuelta que estuvo a punto de tomar Alejandría antes de ser sofocada. Hispania y la Galia vivían momentos de agitación, mientras que el Danubio los bárbaros penetraban en el "limes" para saquear zonas fronterizas. La tensa situación requería una solución de emergencia. Se reclutó un nuevo ejército en el que participaron esclavos y gladiadores. El propio emperador tuvo que aportar sus joyas para sufragar los gastos. Pero el esfuerzo económico dio sus frutos y, tras casi seis años de guerra, los bárbaros se retiraron. Sin embargo, la guerra no acaba ya que en Siria se proclamó emperador el gobernador. El usurpador fue asesinado tras tres meses de gobierno y Marco Aurelio centró sus fuerzas en una nueva rebelión de bárbaros en el Danubio. El emperador fallecía en el transcurso de la guerra en Viena. Le sucedió su hijo Cómodo poniendo fin a la guerra danubiana.

La Leyenda de Perséfone

Perséfone, en la mitología griega, era la hija de Zeus, padre de los Dioses, y Deméter, diosa de la fecundidad, de la tierra y la agricultura, símbolo de esa fecundidad que ella llevaba consigo. Vivía en un bosque lejano, en cuyos lindes se abría la espesura, rodeada de otras ninfas como ella, hijas de dioses o de dios y mortal. Con ellas jugaba y se crió, siempre bajo la vigilancia de su madre, que era toda ternura con su pequeña hija.



Nuestra Perséfone creció feliz entre juegos, risas, cantos y bailes. Pero no todo podía ser hermoso (¿qué historia no tiene mezcla de risas y lágrimas?) y resultó que un día en que Hades, señor de los infiernos, se encontraba paseando por los límites de sus terrenos, se acercó demasiado a esa espesura en la que acababa el bosque, hogar de Perséfone. La vio, teniendo todo lo que él no tenía, esa gracia, esa vitalidad... y se enamoró, insistiendo en casarse con ella. En este punto, las historias se mezclan, hay quien dice que Zeus, el padre, no queriendo tener problemas con el amo de los infiernos, dio su consentimiento a la boda, sin dejarse ablandar por las súplicas de Deméter o las lágrimas de su hija. Otros cuentan que fue el propio Hades el que acabó urdiendo un plan por el que su amada bajaría a su reino, ya que él no podía abandonarlo. Y fue así que encantó una de esas flores que tanto le gustaban a la protagonista de nuestra historia, así que cuando ella se acercó un día que recogía flores para hacer una diadema, la flor encantada la engulló haciéndola descender al hogar de Hades.

Fueron días muy duros para Perséfone, que vio desaparecer todo aquello que amaba: las flores, el verdor del césped, las gotas de rocío con las que lavaba su cara al salir el sol... Al principio se mostró reticente incluso a entablar ninguna conversación con Hades, y se escondió en su mundo de recuerdos, pero según pasaban los días el enfado y la negación dieron paso a una resignación triste.

Hades había ya dispuesto todo para su boda, y llegado el día, Perséfone, ya sin lágrimas por todo lo que había llorado, dio el "sí, quiero", a su raptor. Algunos dicen que debería haber aguantado más... pero a veces la desesperanza es el peor de nuestros enemigos.

Mientras tanto, Deméter buscaba a su hija desesperadamente. Durante 9 días y 9 noches recorrió cada rincón de la tierra buscándola, hasta que el décimo día, el Sol, que todo lo ve, decidió contarle lo que había visto, la joven recogiendo flores y la tierra engulléndola. Deméter enfureció y dejó la tierra, que sin su presencia se quedó estéril y vacía, nada crecía ya en ella. Marchó a hablar con Zeus para que le exigiese a Hades que devolviera a la muchacha. Pero cuando Zeus iba a tomar cartas en el asunto era demasiado tarde y ya Perséfone se había casado con Hades, comiendo perlas de una granada en el pequeño banquete que hubo tras la boda, sin saber que la granada es la fruta del inframundo, que la retendría allí para siempre.



Pero todo esto no arredró a Deméter, que acabó bajando por su propio pie al mismo Infierno, tras cruzar la laguna Estigia, y sin temer al perro Cancerbero, fiel seguidor de Hades y guardián de las puertas infernales. Y allí, frente a frente con Hades, repitió su intención de recuperar a su hija y de permanecer en el infierno hasta que ella regresara a la tierra con ella.

Viendo Zeus que la tierra agonizaba sin Deméter en ella, que las flores se negaban a crecer, los pastos amarilleaban y hasta los animales dejaban de tener crías, se puso esta vez de parte de Deméter, y así acabaron llegando a un acuerdo con Hades. Perséfone pasaría medio año con él en el mundo de los muertos, y el otro medio con su madre, bajo el sol, y esta solución intermedia fue la que finalmente aceptaron todos, llegando Perséfone a reinar junto a Hades (y se cuenta que a interceder por los vivos en más de una ocasión) la mitad del año en que vivían juntos.

Es por esto por lo que la mitad del año, todo florece y llega la primavera, personificada en Perséfone, y la otra mitad, aquella en que vuelve al hogar de Hades, llega el frío, las lluvias y las nieves, ya que ella ha marchado y su madre la extraña y llora, regando los campos con nieve y hielo. Y así es como nosotros, los humanos, tan lejos de dioses, diosas y héroes, acabamos recibiendo las consecuencias de sus actos, siendo esta vez la secuencia de estaciones lo que nos llega de toda esta historia.

La Alquimia

La alquimia es una de las ciencias cuyo solo nombre evoca ya las más contrarias y diversas reacciones: atracción, desprecio, curiosidad, incertidumbre... sentimientos opuestos, provocados en parte por la falta de información concisa sobre su origen y desarrollo.
L a misma palabra, alquimia, parece tener una procedencia dudosa. Muchos afirman que la expresión actual, legada directamente por los árabes, puede ser dividida en dos partes: el artículo "al" y el término "chemia" que significa "tierra o suelo negro". Según esta hipótesis, los musulmanes se referían a las oscuras tierras de Egipto donde habrían aprendido los primeros secretos de la misteriosa ciencia. La figura del filósofo egipcio Hermes Trimegistus se consideraría entonces como padre del saber humano y de ahí derivaría el término "hermético" que con tanta frecuencia aparece relacionado con la alquimia.
Pero no solo del país egipcio provienen los primeros escritos sobre esta actividad, sino también de las lejanas tierras de China. En el año 140 apareció en aquel país el primer tratado alquímico y las ideas que contiene aparecen estrechamente relacionadas con el Taoísmo.
El hecho es que se han hallado tanto escritos griegos citando a los orientales como referencias egipcias en los textos árabes. En la actualidad los principales documentos se hallan en la Biblioteca Nacional de París y en Leyden, donde se han ordenado los textos alquímicos en dos grandes grupos: aquellos de origen griego y aquellos otros firmados por un misterioso personaje llamado Jabir ibn- Hayyan, también llamado Geber, que se supone vivió en el siglo VIII de nuestra era. Estudios más cuidadosos han demostrado que no todas las obras atribuídas originariamente a Geber fueron en realidad escritas por el científico árabe.
A medida que el influjo árabe se iba adentrando en Europa, nuevos hombres se dedicaron al estudio de la nueva disciplina. Los nombres que la historia señala son bien conocidos y entre ellos destacan los de San Alberto Magno (1193-1280), el mallorquín Ramón Llull (1232-1315), Roger Bacon (c. 1213-1294), Arnaldo de Vilanova (c. 1250-1311), Paracelso (1493-1541) e incluso Newton, el primer gran científico moderno que, aunque no se dedicó por completo a la alquimia, la citó con frecuencia en sus obras y se dice que mandó construir un pequeño laboratorio en el Trinity College para estudiar los misterios de la transmutación.
Dejando aparte su faceta misteriosa y oculta, hay que hacer notar que la alquimia contribuyó de forma muy importante al progreso de la química de laboratorio. Nuevos aparatos como el alambique y nuevas técnicas como la destilación se convirtieron el algo de uso cotidiano, al mismo tiempo que se descubrían sustancias hasta entonces ignoradas como el aceite de vitriolo (ácido sulfúrico), el agua regia, el agua fuerte (ácido nítrico), el amoníaco, etc.
Pero la alquimia era ante todo una ciencia hermética alrededor de la cual se fue tejiendo un halo de misterio y secreto, originado en parte por las aspiraciones extrañas y a menudo incomprensibles de algunos de sus seguidores, así como por la forma simbólica y casi indescifrable de sus escritos. No es fácil resumir en pocas palabras la labor de un alquimista. Esta se centraba especialmente en tres facetas distintas: por una parte la búsqueda de la piedra filosofal, en presencia de la cual todos los metales podían ser convertidos en oro; en segundo lugar el descubrimiento del elixir de larga vida, imaginado como una sustancia capaz de evitar la corrupción de la materia y por último la consecución de la "Gran Obra", cuyo objetivo era elevar al propio alquimista a un estado superior de existencia, en una situación privilegiada frente al Universo.
El lenguaje alquímico

La lectura de una obra alquímica es extremadamente ardua para un no-iniciado. El lenguaje alquímico parece abstracto, absurdo, incomprensible, pero en realidad es esotérico y místico, saturado de códigos, de símbolos, de referencias que confunden al profano. Trampas y desvíos son frecuentes.
"El alquimista considera esencial esta dificultad de acceso, ya que se trata de transformar la mentalidad del lector a fin de hacerlo capaz de percibir el sentido de los actos descritos", explica el escritor francés Michel Butor. "El lenguaje alquímico es un instrumento de extrema agilidad que permite describir operaciones con precisión y, al mismo tiempo, situándolas con respecto a una concepción general de la realidad".
Como muestra de lo antedicho, se incluye en esta página un anexo que conduce a un antiguo texto de uno de los alquimistas más respetados. Es recomendable leerlo con una mentalidad totalmente abierta y, al mismo tiempo, tratar de ubicarse en la época en que fue escrito.

Historia de África(I): Mauritania

Los pueblos de Mauritania:
El término mauritano, procedente del latín maurus (también mauro y moro) se aplica desde hace siglos a los pueblos musulmanes establecidos entre el estrecho de Gibraltar y el interior del Africa occidental. Sin embargo, desde que los franceses conquistaron el Sahara a finales del siglo XIX y principios del actual, este gentilicio se ha reservado para los habitantes de un sector del desierto occidental, conocido en el mundo árabe como Shinquit. Hoy esta inmensa área geográfica queda comprendida en los límites de la República Islámica de Mauritania, que con una superficie que dobla la de la península Ibérica contiene una población entre 500.000 y 1.500.000 personas según las fuentes. Los mauritanos propiamente dichos constituyen un 75 por ciento del censo, dividiéndose en dos amplios grupos étnicos que se conocen por sus nombres arábigos: el de los bidani o "blancos" de origen bereber, y el de los sudani o "negros", formados sobre todo por una combinación de elementos sarakolés, bambaras, ulofes, toucouleurs y fulanis. Antiguamente los sudani estaban en general subordinados a los bidani, aunque las divisiones entre ambos no se basaban ni se basan en el color, sino en la clase social. Existen muchos badani de tez oscura -a consecuencia del meztizaje con personas sudani- a quienes se acepta en el seno de la clase superior por sus antepasados aristocráticos. En el siglo XIX algunos bidani tenían consideración al grupo subordinado, por faltarles una genealogía noble. Los mauritanos habitan un país agreste y dificultoso. En las regiones centrales y septentrionales prevalecen las condiciones ambientales saharianas, con extensiones inmensas de dunas móviles, antiplanicies pedregosas y áridas, y en general escasa o nula vegetación. Las precipitaciones aumentan en el Sahel ("orilla"), nombre que los mauritanos aplican a los bordes del desierto en el sur de su país, y llegan a superar los 510 mm anuales en la cuenca del río Senegal. Esta región sureña se caracteriza por sus dunas más estables y una vegetación compuesta de monte bajo y hierbas estivales. Más de la mitad de los mauritanos viven en las llanuras de Trarza y Brakma, en el Sahel sudoccidental. Según la tradición, los antepasados de los mauritanos llegaron al país con el caudillo almorávide Abu Bakr ibn Umar. Otros mauritanos se consideran descendientes de invasores legados de Marruecos o Argelia durante los siglos VII y VIII, mientras que una tercera oleada de hijos de Hassan, de la tribu de los benimaquiles, debió arribar hacia el siglo XV. La lengua Hassanía toma su nombre de este último grupo, que acabó conociéndose por la denominación de hassaníes. Pero sus predecesores debieron hablar un dialecto bereber, el zenaga, que todavía se conserva en algunos lugares de Trarza. A medida que estos inmigrantes fueron desplazándose en dirección sur, hacia regiones más acogedoras del Shinquit, se encontraron con negroides establecidos en la cuenca del Senegal, incorporando estos sudani a la sociedad mauritana en calidad de tributarios de las familias nobles. La dirección de la sociedad tradicional correspondía a dos grupos bidani, las tribus hassaní y zawiya, que comprenden un 20 por ciento del censo, servidos por varias clases tributarias entre las que figuraban esclavos, libertos, músicos y poetas. Afirma la leyenda que el origen de la división entre aristócratas hassaníes y zawiyas fue la llamada guerra de Bubba, que enfrentó a los berberiscos del país con los recién llegados hassaníes. Concluyó (probablemente hacia finales del siglo XVII) con la victoria de los hassaníes, que obligaron a los derrotados zawiyas o "gentes de los centros religiosos" a abandonar las armas, vivir conforme el Corán y prestar determinados servicios. Más tarde algunos pueblas hassaníes renunciaron a su pasado belicoso para convertirse en zawiyas. El poder temporal quedaba en manos de ciertas tribus hassaníes, que lo alcanzaban demostrando su capacidad para proteger a los aliados y castigar a los enemigos, pero cuya potencia estaba ligada a la lealtad y pericia bélica de sus dependientes. Los hassaníes obedecían a sus respectivos emires regionales, nombrados por un consejo de ancianos. El emir disponía de escaso poder individual y se limitaba a ejecutar las órdenes del consejo. Los hassaníes cobraban impuestos y se hacían pagar la protección dispensada a las caravanas. Las tribus zawiyas eran guardianes espirituales de la sociedad, pero también controlaban los recursos económicos del país. Existía una firme tradición de perfeccionamiento cultural entre los zawiyas, en general más cultos que el grupo aristocrático, dándose el caso frecuente de que sus eruditos mediaban en disputas de los hassaníes y les asesoraban en cuestiones religiosas. Aún siendo más numerosos que los hassaníes, al estar divididos en pequeños grupos de pastores que debían dispersarse para aprovechar los escasos pastos disponibles, los zawiyas quedaban en una situación muy vulnerable y precisaban de la protección de las unidades sociales hassaníes, más nutridas y sobre todo más móviles. No obstante, sus jeques ejercían un poder considerable y gozaban de libertad para tomar iniciativas. Los zawiyas poseían un sistema tributario propio, basado principalmente en ofrendas de carácter religioso.
Colonización europea:
Los intereses comerciales europeos, en particular franceses, entraron en contacto con la sociedad mauritana a finales del siglo XVIII, aunque hasta comienzos del siglo XX Francia no extendió su control a todo el país. Mauritania se convirtió primero en "Territorio Civil" y después en colonia administrada desde Saint Louis (Senegal) hasta la independencia, conseguida en 1960. La "pacificación" francesa aumentó la seguridad personal de los mauritanos no hassaníes, gracias a la supresión de las correrías. Liberadas las gentes tributarias de su servidumbre, los hassaníes perdieron sus tradicionales fuentes de ingresos y tuvieron que dedicarse a la ganadería o al comercio. La educación de corte europeo se introdujo por medio de varias escuelas que enseñaban el árabe y el francés, aunque esta novedad afectó a pocos mauritanos, salvo a los sudani emancipados y a las antiguas clases tributarias, y no bastó para desplazar la instrucción tradicional zawiya. Pese a haber empeorado la situación económica de las tribus hassaníes, las subvenciones concedidas por París reforzaron la autoridad política de sus emires, ensanchando el ámbito de su protección y manteniendo los cargos dentro de unas cuantas familias. El dominio colonial tuvo también otro efecto destacable en el país, al incorporar algunas tierras meridionales habitadas por gentes que tradicionalmente no formaban parte de la sociedad mauritana. Mauritania fue el último país del Africa Occidental Francesa que obtuvo la independencia. El nuevo estado era muy pobre.


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Extensión: 1.030.700 km2
Población: 2,27 millones
Densidad: 2,2 hab/km2
Capital: Nuakchott
Moneda: uguiya
Población Urbana: 47 %
Grupos Etnicos y Lingüísticos Mayoritarios:
Idiomas: francés, árabe, hassaniya, pular, soninké, wolof
Religiones:
Indice de Natalidad: 6,5
Esperanza de Vida: 117 por 1.000
Renta Per Cápita: 527 $ USA
Indice de Alfabetización: