Sunday, April 17, 2005

Kawanakajima: La Historia de una rivalidad



Kawanakajima: La Historia de una rivalidad


El nombre de Kawanakajima ha quedado unido para siempre al de dos grandes guerreros de una de las épocas más turbulentas de Japón, el Sengoku Jidai. Estos guerreros no son otros que Uesugi Kenshin “El Dragón de Echigo” y Takeda Shingen “El Tigre de Kai”. El conflicto entre estos dos poderosos daimyos duro más de una década, durante la cual se enfrentaron cinco veces en la gran planicie de Kawanakajima(Algunos registros hablan de hasta siete batallas, pero de las dos últimas no hay ninguna mención fiable, así que no se tienden a considerar). De estos enfrentamientos, el más importante y recordado es el cuarto, una de las mayores batallas entre samurais de la Historia.

Kawanakajima, la Tierra entre Ríos. Así se llama a la llanura triangular situada entre el rio Sai(Al norte) y el rio Chikuma(Al sur), rodeada al oeste por el grupo de montañas conocido como los Alpes japoneses. Más importante aún para nuestra historia es que esta planicie constituía la frontera entre los territorios del clan Takeda(Marcado por el castillo de Kaizu, al sur) y el clan Uesugi(Marcado por el monasterio de Zenkou-ji, al norte), además de ser el único territorio en la zona lo suficientemente grande para llevar a cabo una batalla entre dos grandes ejércitos.

Uesugi Kenshin, el Dragón de Echigo.

Takeda Shingen, el Tigre de Kai.


Estandartes de batalla de Takeda Shingen.

En el primero de ellos puede leerse el lema personal del Tigre de Kai:

"Veloz como el viento,
silencioso como el bosque,
fiero como el fuego
y firme como la montaña"



Estandarte de batalla del clan Uesugi.


Estandarte personal de Uesugi Kenshin.

El kanji del estandarte hace referencia al carácter "BI", primero del nombre Bishamonten, deidad budista de la Guerra a la que Kenshin se consagro durante casi toda su vida.


Los preliminares del conflicto.


Todo empezó en el año 1547. Takeda Shingen había iniciado la invasión de la provincia de Shinano. Ante el espectáculo del poderoso ejercito Takeda, muchos daimyos de la región decidieron rendirse y prestar vasallaje a Shingen. Sin embargo, otros como Muramaki Yoshikiyo no aceptaron la rendición; pero ante la imposibilidad de poder enfrentarse al señor de Kai decidieron pedir ayuda a un poderoso daimyo del norte, que no era otro que Uesugi Kenshin, señor de Echigo. Kenshin aceptó el reto y se dispuso a plantar cara a las fuerzas de los Takeda.

A partir de entonces, se libraron tres enfrentamientos entre ambos señores(1553,1555 y 1557), los cuales se limitaron a pequeñas escaramuzas y enfrentamientos de escasa envergadura. Ambos guerreros se mostraron muy cautos, decidiendo no arriesgarse a bajas innecesarias en un conflicto frontal. En esas tres batallas, bien Shingen o bien Kenshin terminaron retirándose sin llegar nunca al enfrentamiento decisivo.

Mapa del area de Kawanakajima, con las cinco batallas señaladas.



El cenit del conflicto: La cuarta batalla de Kawanakajima.


Corría el año 1561, y el Dragón de Echigo no estaba dispuesto a retrasar su enfrentamiento por más tiempo. A diferencia de las anteriores batallas, esta vez el fue el primero en adentrarse en las llanuras de Kawanakajima con su ejercito, que esta vez sumaba un total de 18.000 hombres.

El objetivo de Kenshin era el castillo de Kaizu, situado al sur del río Chikuma. El señor de Echigo cruzo los ríos Sai y Chikuma sin oposición alguna, y planto su campamento en el monte Saijoyama, situado al este de Kaizu. Aunque pudiera parecerlo a simple vista, el objetivo de Kenshin no era tomar la fortaleza(Algo que hubiese sido muy fácil, ya que apenas estaba protegida por una guarnición de 150 samurais) sino atraer a Shingen para obligarle a disputar la batalla decisiva que el Dragón estaba buscando. Kenshin fortificó su campamento del monte Saijo y se dispuso a esperar.

El plan de Kenshin dio pronto sus frutos. El comandante de la guarnición de Kaizu, Kosaka Masanobu, aviso a su señor, situado a 150 Km de distancia, mediante un sistema de señales de humo. Takeda Shingen, consciente de que la fortaleza de Kaizu era vital para la seguridad de sus fronteras, no tuvo más remedio que morder el anzuelo puesto por su rival. Con un ejercito de 16.000 hombres, Shingen se puso en camino, dirigiéndose a Kaizu por el margen izquierdo del río Chikuma, quedando así a salvo de las posibles incursiones del ejercito Uesugi. El ejercito Takeda planto su campamento en el vado Amenomiya, al oeste del castillo de Kaizu, y decidió esperar varios días, con la esperanza de que la situación se resolviera sin pelear, como en los enfrentamientos anteriores.

Tras una semana de inactividad, y al ver que Kenshin no cedía, Shingen tomó la decisión de cruzar el río Chikuma y entrar en el castillo de Kaizu. El ejercito Takeda, reforzado a lo largo de la semana anterior con 4000 hombres, entro sin ser molestado en la fortaleza. El enorme ejercito no iba estar mucho más tiempo ocioso.

Shingen decidió confiar en el consejo de uno de sus generales más importantes, Yamamoto Kansuke, el cual concibió un plan conocido como “Kitsusuki no tempo”(Pájaro carpintero). Este plan consistiría en la división del ejercito Takeda en dos fuerzas. Una, de 12.000 hombres, al mando de Kosaka Masanobu y Baba Nobufasa, ascendería por el norte del monte Saijoyama, cogiendo así a Kenshin por la espalda. Cuando este, desconcertado por el ataque sorpresa, tratara de huir cruzando el río Chikuma(Su única vía de escape), Shingen le estaría esperando con 8000 samurais en las llanuras de Hachimambara(“Las llanuras del Dios de la Guerra”), formando así una pinza que atraparía y destruiría al ejercito Uesugi.

Con el plan establecido, Masanobu y Nobufasa partieron con su ejercito de 12.000 samurais a medianoche. Poco después, Shingen abandonaba Kaizu y cruzaba el Chikuma. El Tigre de Kai decidió formar a sus hombres bajo la formación conocida como “Kakuyoku”(Ala de Grulla), una formación eminentemente ofensiva que consistía en la formación de cuadros escalonados en un amplio frente cóncavo, con una pantalla de arqueros y arcabuceros protegiendo la vanguardia, y con el cuartel general en el centro protegido por dos escuadrones de hatamoto (samuráis de elite especialmente escogidos). A la vista de esta formación esta claro que Shingen esperaba encontrarse a un enemigo disperso y confuso, fácil de rodear y aniquilar.

Pero ni Shingen ni ninguno de sus generales habían contado con la perspicacia del Dragón de Echigo. Kenshin se había enterado de los movimientos del enemigo a través de su red de espías, y al menos es seguro que logró prever parte de la estrategia de su rival. Antes de aguardar al ataque de Masanobu(Que se produciría al amanecer), decidió descender del monte Saijo por su cara oeste con 10.000 samurais escogidos. Con el fin de pillar por sorpresa a su rival evitando el tintineo de sus armas y el ruido de los cascos de los caballos, Kenshin ordeno a sus hombres cubrirlos con trapos. Un vez descendido el monte, el ejercito Uesugi cruzó el río Chikuma y se dispuso en formación frente a la posición de su rival. Kenshin entonces ordenó a sus tropas esperar el amanecer.

En este punto, haciendo un pequeño inciso, hemos de destacar la extraordinaria preparación de los ejércitos samurais de la época, ya que unas operaciones de tanta envergadura fueron llevadas a cabo en plena noche sin problema alguno. La experiencia de los ejércitos y la pericia de los mandos era a toda luces magnífica.

La suerte sonrió a Kenshin en este trance, ya que sus movimientos se vieron favorecidos toda la noche por una espesa niebla que redujo al mínimo la visibilidad del ejercito Takeda. De improviso, Shingen y sus hombres vieron con asombro y desconcierto como 10.000 samurais salían de la niebla cargando en perfecta formación, en lugar del grupo desorganizado y en desbandada que esperaban encontrar.

Kenshin dispuso a sus hombres en una formación especial conocida como “Kuruma gakari”(Rueda giratoria), que consistía en que las distintas unidades de su ejercito se irían rotando en la vanguardia. Un grupo de unidades atacaría, y cuando el cansancio las acuciara, serían relevadas por otro grupo de unidades, permitiendo así llevar a cabo una presión constante sobre el enemigo.

La vanguardia del ejercito Takeda, comandada por el hermano de Shingen, Takeda Nobushige, recibió la peor parte del impacto de la “rueda giratoria” de Kenshin. A pesar de resistir a las primeras filas de enemigos, las unidades de relevo del ejercito Uesugi terminaron el trabajo y destrozaron la vanguardia Takeda. Nobushige encontró allí la muerte tras un feroz combate. Por si este golpe no fuera ya lo bastante duro para Shingen, su veterano general, Yamamoto Kansuke, asumiendo todas las culpas del desastre, decidió buscar una muerte honorable en combate. Cogiendo una lanza, el anciano samurai, de 70 años, cargó en solitario contra las filas del ejercito Uesugi, donde lucho fieramente hasta recibir ocho impactos de bala y varias heridas de arma blanca. Sabiendo que su honor había sido restituido y que su fin estaba cerca, decidió retirarse a una colina cercana, donde se practicó el seppuku(suicidio ritual).

Yamamoto Kansuke, estratega de Takeda Shingen.


El avance del ejercito Uesugi era imparable y pronto llegó hasta la formación de los hatamoto, donde Shingen estaba dirigiendo el combate. La leyenda dice que el propio Uesugi Kenshin, lanza en mano, cargo contra Shingen. Este, demasiado sorprendido para desenvainar su katana, tuvo que parar los golpes con su “gumbai uchiwa”, un pesado distintivo en forma de abanico que los generales de la época utilizaban para dar ordenes a sus tropas. Shingen recibió tres impactos de lanza en su armadura y otros siete en su gumbai antes de que sus hatamoto consiguieran apartar a Kenshin de su señor. Aunque este punto queda muy espectacular y épico, es poco probable que llegará a producirse así, ya que de hecho teorías más factibles indican que el papel de Shingen en este duelo fue desempeñado por uno de sus kagemushas(dobles), probablemente su hermano menor Takeda Nobukada, mientras que el papel de Kenshin fue desempeñado por uno de sus samurais.

Monumento levantado en el punto donde se supone que Kenshin y Shingen libraron su duelo.
En el podemos ver a Shingen disponiendose a parar los ataques de Kenshin con su gumbai uchiwa.


Kenshin Uesugi en pleno combate.


La situación de los Takeda era desesperada, pero en ese momento Kosaka Masanobu y Nobufasa Baba llegaron al rescate. Al ascender el monte Saijo y ver que estaba desierto, ambos generales se dieron cuenta de lo que había ocurrido, así que sin perder tiempo descendieron rápidamente del monte Saijo y pusieron rumbo a Hachimanbara. Pero no iban a llegar hasta allí sin encontrar resistencia.

En el vado de Amenomiya, los refuerzos Takeda se toparon con la retaguardia Uesugi, formada por 3.000 hombres y comandada por Amakatsu Kagemochi, uno de los mejores generales de Kenshin. Kagemochi tenía la misión de retrasar en todo lo posible la llegada de los refuerzos, pero poco pudo hacer, y tras una lucha encarnizada, la retaguardia Uesugi fue aplastada. Tal como Kansuke Yamamoto había planeado, la pinza termino cerrándose sobre el ejercito Uesugi.

Kenshin, que había estado a un palmo de obtener la victoria decisiva, no tuvo otro remedio que batirse en retirada. Durante dicha retirada el ejercito Uesugi recibió un gran número de bajas de parte de la caballería Takeda(Una de las fuerzas combativa más poderosas y temidas de todo Japón), pero finalmente los restos del ejercito consiguieron llegar al monasterio budista fortificado de Zenkou-ji, en los territorios del clan Uesugi. Shingen no tuvo más remedio que interrumpir la persecución, ya que al igual que el de su rival, su ejercito estaba agotado y casi destruido. Unos días después, tras incendiar lo que quedaba de su campamento en el monte Saijo, Uesugi Kenshin tomo el camino de vuelta a Echigo, con la decepción de haber tenido la victoria tan cerca y habersele escapado.

Las bajas en ambos bandos fueron terribles. Kenshin había perdido más de 9.000 soldados, un 72% de las fuerzas empleadas en la campaña. Shingen por su parte no salio mejor parado, ya que perdió cerca de 10.000 hombres, un 62% de sus fuerzas totales. Para hacernos una idea de la magnitud de esta batalla, sería bueno indicar que en las batallas entre samurais la proporción de bajas solía ser de un 10% para ambos bandos. Además de las bajas de soldados, ambos bandos perdieron a un buen número de los oficiales de alto rango de sus ejercitos, lo que vino a aumentar aún más la magnitud del desastre para los dos clanes.

La última batalla de Kawanakajima se libró en el año 1564, y al igual que las tres primeras, se limito a una pequeña serie de escaramuzas y tanteos del contrario. Ninguno de los señores estaba dispuesto a repetir un escenario similar al de la cuarta batalla, ya que ambos tenían demasiados rivales para volver a debilitarse de semejante manera.


Consecuencias del conflicto.

La consecuencia más clara e importante de los enfrentamientos en Kawanakajima fue, que durante más de una década, los clanes Uesugi y Takeda se vieron enfrascados en un conflicto que no les llevo a ninguna parte. Ninguna de las batallas de Kawanakajima dio ventaja alguna a ninguno de los contendientes. Por el contrario, los distrajo del desarrollo que algunos daimyos de los alrededores experimentaron, como fue el caso del joven y ambicioso señor de Owari, Oda Nobunaga, que aprovechó esa década larga para establecer una enorme base de poder en el centro de Japón. Y tampoco podemos olvidarnos del clan Hojo, vecino de ambos clanes, que aprovecho esa década para sacar partido de la situación, provocando que Kenshin tuviese que dedicar prácticamente el resto de su vida a combatirlo.

Cuando los dos señores decidieron actuar contra sus vecinos, fue demasiado tarde. Shingen murió en el año 1573 durante el asedio al castillo de Noda(Mikawa), por una herida de bala o por enfermedad(Algo que aún no se tiene demasiado claro). Su muerte llego cuando estaba planeando una marcha sobre la capital del país, Kyoto. El destino del clan Takeda también quedo sellado, ya que en 1582, el poderoso ejercito Takeda fue barrido en la batalla de Nagashino por las nuevas unidades de mosqueteros de Oda Nobunaga, desapareciendo para siempre el poder del clan Takeda.

Kenshin tampoco tuvo más tiempo para llevar a cabo sus planes. Tras la muerte de su gran rival(Muerte que lloró, según la leyenda), decidió que era el momento de centrarse en el oeste e iniciar la guerra contra Oda Nobunaga. Pero al igual que Shingen, la muerte le sorprendió en el año 1578(Para alivio de Nobunaga). Su muerte es otro punto de la historia que no ha quedado muy claro. Algunas teorías hablan de que fue envenado por agentes del Clan Oda, otras mencionan que fue empalado por un ninja que se llevo varios días esperándolo en su retrete de campaña, y las fuentes más fiables indican que murió de un cáncer de estómago, provocado posiblemente por su desmesurado apego a la bebida. El poder del clan Uesugi tampoco le sobrevivió mucho más. Tras un grave conflicto interno entre los hijos adoptivos de Kenshin por hacerse con el poder, el nuevo señor del clan Uesugi terminó rindiendo vasallaje al señor de Japón, Toyotomi Hideyoshi.

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